Abandonada de caricias y vestida de adioses camina lenta, pesadamente,
Toda ella es silencio, muda su boca y muda su mirada,
ninguna muestra de lo que la habita.
Obnubilada está su alma y ni siquiera el desepero vive en ella.
El, No llegó a la cita ...
primero lo disculpó ...luego, dió un argumento a su retraso ...
esperó y esperó .... no llegó,
y con su ausencia
partió la ilusión envuelta en cobardía,
y se tiñó de tristeza el génesis que la avoca.
La aridez poseyó sus ojos y la soledad no se humedecíó en sus pupilas.
Eclipsada vive la confianza que destruyó los sueños.
Sola y temerosa no evidenció su miedo
y exhortó a la fuerza que se diluye en cada paso buscando agonizar entre las sombras.
Como entre sueños, asumió la simiente de amor que dentro de ella crece ...
si, del amor
- aunque fuese solo de su amor - se repetía.
Ningún suspiro complaciente, ninguna palabra de alegría invadió su mundo,
pero ella no permitió al tiempo que se hiciese lágrima y se desafió a ser caricia,
a vestir de colores las palabras y dibujar en el aire fantasías.
Se negó al silencio, a la humillación, a la minusvalía
desplegó sus alas y voló con la libertad que dan los sueños,
y en valiente juramento
tomó prisionera la esperanza que le rondaba esquiva,
levantó su rostro y caminó de frente.
Desde ese momento aceptó que ya no estaba sola.