Desde hace mucho tiempo escribo en secreto cartas (epístolas) y otras narraciones. Escribir ha sido la terapia que me ha permitido mantener a flote el alma ... son conversaciones conmigo misma ... vivencias propias y ajenas .... Con el tiempo me fui dando cuenta que, eso que en secreto escribía, era el reflejo del alma de tantas mujeres ... algunas se hicieron silencio, otras se hicieron violencia ... Ese es el porque del nombre "Memorias .... la mamona historia de una mujer llamada..." no importa el nombre, simplemente lee una de ellas - cualquiera - ponle un nombre y verás que es una vida ... que es una historia ....

30 nov 2011

Epístola 134


 Vuelve mi eco al abismo de tu inconciencia,
 susurra entre auroras y da gritos al medio día,
 Contando y cantando en estribillo
 que en tu piel, la mía ya no tiene refugio.
Se durmió el amor entre congojas,
el tuyo ... 
el mío,
 trasciende y viaja con el tiempo,
se va ...
se aleja
y sin embargo permanece,
llora y rie entre recuerdos mutilados,
gime entre palabras
construídas con dolores.
Peregrinas las caricias
caminan extraviadas,
entre los pliegues de un alma
que se duerme.
Es tiempo de letargo ....

26 nov 2011

Epistola 133


anochece,
tu sombra invade  mi silencio
mientras calla de nuevo la mirada de tus ojos,
palpitan en mi boca secretos compartidos
de besos evocados, de besos prohibidos.
fugaz
viajera sin historia,
Se quedó en mis manos tu piel
como un canto antiguo de promesas,
labradas en barrancos
borradas por el tiempo.

23 nov 2011

Epístola 132


Las palabras vuelan lejos, 
levantan sus alas  errantes y buscan entre motivos, un blanco.
Voy apartando las telarañas en las que se enredaron los recuerdos,
 caminos que creía olvidados,
 lunas nuevas, crecientes o menguantes,
voces antiguas regresan conscientes del pasado.
El alma ...
a veces polvo, 
a veces oro, 
a veces bronce.
cultivo de miedos de los que solo queda un eco,
instantes sin requiem de partida.
A veces,
los ojos cantan estribillos
a desconocidas auroras boreales.
A veces,
el polvo viaja anóninmo 
camauflado entre vientos enlutados.
Heróica epopeya, vivida entre rasguños
crujidos en el fondo de la noche 
y mañanas de propósitos ...
Es una danza la vida,
bajo la lluvia o bajo las estrellas,
coqueteando siempre con el alba.
Sonrie y se asombra,
no lo siente 
pero declina,
lento ...
muy lento camina hacia la sombra.

19 nov 2011

Epístola 131


 
Un  mundo sin palabras,
 donde habita vacía la mirada
y los dedos sin caricias
 ya no dibujan contornos como antaño.
Entre buques fantasmales
Naufragaron los poemas
y durmieron los te quiero
en el rictus de una boca muda ...
Vástago cansancio ... 
todo devora!
consumida está el alma,
yace solitaria ...
prisionera de arcanos!
Lúcidos cansancios emigraron,
 búscando caminos ya perdidos
entre monosílabos y negaciones.
 Noche que oscureció el alba ...
  agoreras voces cantoras de presagios.
Decretos,
costumbres escritas 
usurparon estériles esfuerzos
de un mundo tartamudo
lleno de ausencias ...
empapado de fatiga.

Epístola 130

 

Cerrar la llave de esa fuente inagotable que hay en  los ojos 
o simplemente 
dejar que fluya en su caudal
todo aquello que se lleva el respirar en un ahogo?  
Cada músculo del pecho se contrae quebrando el silencio de las horas 
y detrás de las miradas,
se agazapan las caricias que viajan desde el alma.
Cansa la soledad y cansa la compañía,
soledad antigua o recien estrenada ... 
Qué importa! 
Un universo hecho de palabras, 
un falso orden alrededor del caos, 
una vida que bulle interminable
y un tumulto de mentiras en la boca.
cabalga la añoranza,
parpadean los adioses,
el llanto tiembla entre las manos
disfrazado de caricias.
Los ecos no rompen los silencios 
de historias abandonadas, sin prórroga de sonrisas.
En cada amanecer, 
las ilusiones ya viejas y los ayeres heridos
desheredan la esperanza ...

15 nov 2011

Epístola 129


Toco las puertas de la memoria ...
solícita me ha prestado sus dedos ingrávidos
con los que palpo el aroma  de las montañas que azulean a lo lejos.
El viento gime
y pequeñas colinas inclinadas,
exhiben su traje verde bajo un sol perezoso.
Desde la otra memoria, la del corazón,
afloran recuerdos con una tristeza pegajosa
que la mirada deja entre guaduales, caturros
y coloridos balcones.
Las nubes devoran la luz,
un par de rayos de sol antes de que las montañas duerman,
un naciente crepúsculo con pálido resplandor
una luna desteñida
y un café en el parque ...
 por momentos se envejece el alma.
Llegando entre pelusas blancas, errantes al viento
 voces de arriería acarician los recuerdos,
ancestros que vienen a mí sobre el tiempo, arrastrando su historia
en rumores grises como la niebla.
Un abrazo silencioso y etéreo me guía,
camino sobre pasos tantas veces recorridos,
otras tantas recogidos ...
melancólica quietud que transita entre dolores propios y ajenos.
El pueblo se apaga bajo estrellas de leve titilar,
duerme guardando su memoria
que despertará una y otra vez
entre tertulias ... 



  








9 nov 2011

Epístola 128



Abandonada de caricias y vestida de adioses camina lenta, pesadamente,
los pies como plomos ...   
     Toda ella es silencio, muda su boca y muda su mirada,
                      ninguna muestra de lo que la habita.                      
Obnubilada está su alma y ni siquiera el desepero vive en ella.
El, No llegó a la cita ... 
primero lo disculpó ...luego, dió un argumento a su retraso ... 
esperó y  esperó ....  no llegó,
y con su ausencia 
partió la ilusión envuelta en cobardía,
y se tiñó de tristeza el génesis que la avoca. 
La aridez poseyó sus ojos y la soledad no se humedecíó en sus pupilas. 
Eclipsada vive la confianza que destruyó los sueños.
Sola y temerosa no  evidenció su miedo
y exhortó a la fuerza que se diluye en cada paso buscando agonizar entre las sombras.
Como entre sueños, asumió la simiente de amor que dentro de ella crece ...
si, del amor 
- aunque fuese solo de su amor -  se repetía.
Ningún suspiro complaciente, ninguna palabra de alegría invadió su mundo,
pero ella no permitió al tiempo que se hiciese lágrima y se desafió a ser caricia,
a vestir de colores las palabras y dibujar en el aire fantasías.
Se negó al silencio, a la humillación, a la minusvalía
desplegó sus alas y voló con la libertad que dan los sueños,
y en valiente juramento
tomó prisionera la esperanza que le rondaba esquiva,
levantó su rostro  y caminó de frente.
Desde ese momento aceptó que ya no estaba sola. 

7 nov 2011

Epístola 127

Hoy no te llamo ...
 te nombro,
pero no te llamo.
Mi voz se mezcla con los murmullos que se arrastran
entre pastisales movidos por el viento vespertino.


Hoy no te nombro ...
 te llamo,
pero no te nombro.
Una a una  pronuncio y dejo libres las letras de tu nombre
danzantes sometidas al viento matutino.
Hoy te pienso ...
 no te extraño,
pero te pienso.
Entretejo en mi rueca palabras astilladas
que se amalgaman, enumerando promesas
perdidas en este mar de  pensamientos.
Hoy te extraño ...
no te pienso,
pero te extraño.
Recojo los tiempos de livianos recuerdos,
tiempos de espuma
que volatiles partieron al soplo de  risas acarameladas.
Hoy no te nombro,
Hoy no te llamo,
 pero ...
Será que aún te pienso ? 
Será  que aún te extraño ?
 

Epístola 126


La neblina baja sin prisa  cubriendo los techos irregulares, 
llega con el frio y arropa con su abrigo todo lo que se le atraviesa,
La tarde agoniza, la luz ya sin fuerza, intenta transpasar el cristal de las ventanas
y quedarse allí, prolongada por los bombillos.
Allá en la montaña, la linea  que la limita también se desdibuja,
y poco a poco todo se cubre con la niebla que indiferente avanza.
Las tímidas luces desafían la tirana oscuridad en desigual batalla,
no la vencen ...y todo pasa de gris a negro.  
En  caminos y recodos, se mueve la prisa,
aprisa para llegar y tomar reposo.
Cesan los gritos infantiles, las traviesas jugarretas,
las voces de autoridad y las pláticas académicas ...
El silencio busca acomodo en cada uno de los rincones
y yo ...  ya no con tanta prisa, 
recojo y guardo para mañana un tanto de palabras gastadas
y otro poco nuevas,
que darán un brillo diferente a los ojos infantiles.