Beatriz ...
Se quedó tu sonrisa en el silencio,
cubierta de noche está la aurora de tus sueños
y partió sin prisa el brillo de tus ojos.
En nubes de agua quieta
se incuban los recuerdos que dejaste
y rondan en la mente
tus palabras ausentes,
que desmanteladas sobreviven
en un desierto sin sonidos.
Partiste más allá de la madrugada,
vistiendo un traje de eterno otoño.
Solo te fuiste primero ...
marchaste,
caminando despacio
la senda que señala el único horizonte.
Duele ...
duele tu partida ...
Pero sé,
que allá en el infinito
ligera y ágil,
desnudos los pies,
jugueteas
persiguiendo estrellas.