Sé que eras abono a mi tristeza,
sé que tornabas mi rostro al dolor transido,
sé que no soñé en paridad los sueños
y sé tambien,
que en tu mundo hoy
se acuñan extrañas propiedades.
ya sé de sueños comunes,
de sueños divididos,
de momentos de espera,
de tu mano sobre mi piel desnuda.
Volteo y miro,
nada está inconcluso,
hasta la tentativa
de hacerme dueña de lo que nunca fue,
se ha ido.
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