Por abrazarte y retenerte
Trasiego la tierra,
aprisiono en mis manos las tormentas
y fluyo,
sedienta de ti,
adherida a tu asombro
bebo tu risa y tus palabras.
Me refugio,
vierto en tu oído mis quimeras
pero solo es un murmullo de viento
tu presencia.
Apretada pesadumbre me consume
dejando en mi boca
un sabor de estío.
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