Oídos que no están prestos a las palabras.
Palabras que viajan con el viento sin detenerse y sin horadar la memoria ...
Palabras que no lograron escapar del mundo absurdo en el que hoy están presas,
perdieron su sonido
y las letras - que ya no encuentran acomodo -
se hacen olvido ...
y las letras - que ya no encuentran acomodo -
se hacen olvido ...
A veces solo tomo prestadas las palabras ....
estas , del poeta Eduardo Carranza:
"... Te llamarás silencio en adelante
y el sitio que ocupabas en el aire
se llamará melancolía,
escribiré en el vino rojo un nombre ...
Tu nombre que estuvo junto al alma mía ..."
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