Desde hace mucho tiempo escribo en secreto cartas (epístolas) y otras narraciones. Escribir ha sido la terapia que me ha permitido mantener a flote el alma ... son conversaciones conmigo misma ... vivencias propias y ajenas .... Con el tiempo me fui dando cuenta que, eso que en secreto escribía, era el reflejo del alma de tantas mujeres ... algunas se hicieron silencio, otras se hicieron violencia ... Ese es el porque del nombre "Memorias .... la mamona historia de una mujer llamada..." no importa el nombre, simplemente lee una de ellas - cualquiera - ponle un nombre y verás que es una vida ... que es una historia ....

17 dic 2011

Epístola 140

 Seres tripartitos, eso somos, lo sabemos y sin embargo la mayor parte de nuestro tiempo  nos enfocamos  en solo una de sus dimensiones, generando un  desbalance que al final siempre pasa su factura. 
No es fácil cuando a causa de un evento inesperado se rompe la comodidad en que vivimos y debemos asumir nuestra fragilidad .
La certeza de no tener el control - como nos gustaría tenerlo - hace que la percepción de vida cambie.  Estoy completamente segura, que nadie vuelve a ser el mismo despues de hacerse  evidente la debilidad de nuestra dimensión corpórea.
Eso lo viví cuando por avatares del destino, mi cuerpo simplemente evidenció su cansancio. Qué podría yo hacer para cambiar esto? Nada ... absolutamente nada. 
Escogí un camino ... sin protestas, ni preguntas simplemente retomé la búsqueda de aquello que llamo "proféticas respuestas", búsqueda  que llenó de paz mi alma.


Cuánto temor al reconocer nuestra impotencia.... Y ese miedo callado (para no evidenciarlo), pegado a tu piel.
Entre mis borradores, encontré una Epístola de aquella época ... Esta, a diferencia de las otras. tiene un nombre.

 ACCION DE GRACIAS

Ahora expreso que soy más feliz que antes ...
¡ Y es verdad !
En el camino que tuve que recorrer, 
 aprendí - como en la primera infancia -
a caminar asida de tu mano,
a entregarme, a confiar en tí.
Recordé que mis ojos se llenan de colores 
cuando miro que las montañas siguen siendo hermosas 
y que siempre miran hacia arriba
esperando el pasar de  alguna nube que las acaricie.
Disfruté el amanecer cada día, que es un sembrar mis poros
con las semillas sonoras que despiertan la mañana.
Entendí que en tu amor todo lo puedo.
Gracias Señor por este día ... 
por cada día ...
y hasta cuando tú lo quieras Señor.
Gracias.






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