No soy tu sonido,
no soy tu viento,
tampoco el vallado que detiene tu andar.
no soy tu risa, no soy tu lamento,
Nada de ti soy y nada quiero.
Nada de ti soy y nada quiero.
Ya no sueño con amarte sin medida,
Mis noches contigo no tuvieron alba y sin darme cuenta dejó de doler la herida.
Te hiciste el silencio que me diste y aun tus cenizas aparto de mi hoguera,
abocada está la ausencia pero no navega el alma entre tinieblas.
Medié sueños y temores,
anhelante deseé ser parte de tí,
pero irresolutos silencios amordazaron tus palabras
y hoy, entre adioses calculados,
ya no se nutre mi vida con tus manos,
y es la soledad plácida compañía.
Nada soy de tí y de tí, ya nada quiero.
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