Llueve, llueve, llueve ...
Las horas se mojan en silencio,
lejanos relámpagos llevan en sus lomos
sueños perturbados escondidos en la conciencia.
Agazapados viajan dispersos
en un tiempo que se aleja con pasos errantes
entre mundos posibles, pero abandonados ...
Llueve, llueve, llueve
Todo mi ser se empapa con lluvia salada de mis ojos,
palabras mojadas que hablan desde el recuerdo,
nubes fugitivas, libres como el alma del cautivo
Y ese desencanto que tiñe todo de color de olvido ...
Esta noche llueve y es mía,
como mía es la luz del relámpago que aún alumbra en mi pupila.
Mañana ...
yo lo sé!
se unirá amante a la luz de un nuevo día.
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