En este ocaso ...
Los ojos puestos en lejanos horizontes rebosando los paisajes
de perpetuas lejanías.
de perpetuas lejanías.
Veranos vividos entre vientos de agosto,
contorsionados caminos desdibujados por el agua.
Agua y viento, rayo y trueno, obligada hermandad en la tormenta.
Mañanas que agonizan entre grises nubes
y tardes que cargan el sol en nuestra espalda.
y tardes que cargan el sol en nuestra espalda.
Noches de vigilia hilvanando lunas espirales
entre pláticas humedecidas de arroyuelo,
entre pláticas humedecidas de arroyuelo,
Un universo que se encoge entre madrugadas clandestinas negando el sueño.
A lo lejos, miradas llenas de estrellas, olfatendo el infinito cosmos.
Alli en la cercanía sin contacto,
allí donde todo torna, vuela y calla, allí teniendolo todo ...
Solo el tiempo que se escapa silencioso.
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