Dedos cual pinceles dibujaron los anhelos en arroyos de lava hirviente en los que palpitó el tiempo ...
grito prometido de un naufragio presagiado que, sin usura ni pudor,
aún envuelve imaginarias culpas que acusan la conciencia ...
Un hoy que se evapora entre mansa esperanza que no termina de consumirse y una obstinada distancia que insomne,
expande su absoluto en las alas quietas del cansancio ...
Boca seca, sin palabras,
son el grito de batalla de pasos imprecisos que no se reconocen ...
obsesivo poder de una ilusión en ruinas toma los sueños que navegan luchando a la deriva,
en una desquiciada orfandad que subsiste ente coordenadas imprecisas ...
sin tiempo ... sin espacio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario