Serpentea el silencio buscando la salida, atróficas voces enmohecidas por el secreto, aguijonean los dolores de tiempos distantes y en un laberinto de ausencias dormidas, deambula la paz que redime soledades impregnadadas de olores a reclamo.
Carnaval de soliloquios, consignas inventadas que covierten en lágrimas,
egolatrizadas carencias de una ética que presume baluartes moldeados no aptos para el concilio.
Designio de locura que despierta los murmullos de una voz que busca cantos clandestinos en el tiempo de la prórroga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario