Hoy se mojaron las palabras,
se mojaron los pensamientos ,
se mojó el silencio ,
se mojaron las miradas
y hasta la memoria de un día soleado se ha mojado.
El agua desdibuja el paisaje, formas contoneantes de todo se apoderan, cede la rigidez de las fachadas y las ventanas, solitarias, silenciosas, reciben el prolongado beso que cierra sus postigos.
El agua temporal amante,
toca sin pudor los cuerpos prohibidos,
nada se le niega,
se extasía besando rostros, brazos y pies.
Hace alianza con abrigos y vestidos, disimulando así su libidinoso abrazo.
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