Primitivos juglares renacen en mis dedos y traen en su canto un sabor a trino,
vuelan las palabras no gastadas y entre sonidos suspendidas,
levitan olorosas cual perfume de jazmines ...
Sueñan mis noches inventando historias que el día olvida ...
y ellos,
mis sueños nuevos,
conjuran con estática danza la quietud a la vera del camino ...
y ellos,
mis sueños nuevos,
conjuran con estática danza la quietud a la vera del camino ...
Ya no condena la soledad como espectro mi esperanza
y deshabitan de mi,
ya se marchan,
ya se marchan,
aquellos designios que el alma enluta ...
Límites ambiguos que marcaron erráticas noches de silencio,
me desposeen aún en su silencio,
no lastiman,
no se envenena la piel en el exilio
y las densas aguas de hondos abismos,
despliegan sus raíces acallando lo absoluto ...
no se envenena la piel en el exilio
y las densas aguas de hondos abismos,
despliegan sus raíces acallando lo absoluto ...
Memoria de duelos,
sostenidas tormentas demoradas en el tiempo,
sostenidas tormentas demoradas en el tiempo,
rayos y truenos que robaron a la vida el encanto de los días.
Exequias de un ayer,
Todo se hizo tumba ...
Todo se hizo tumba ...
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